Llamamos emergencia a la ocurrencia de un evento natural o causado por el hombre (antrópico) donde se altera las vidas de las personas, sus bienes, servicios y el ambiente donde viven. Ante esta situación la comunidad puede responder con sus propios recursos.
En un desastre estas alteraciones en las personas, sus bienes y su ambiente exceden la capacidad de respuesta de la comunidad afectada, es decir que se precisa de ayuda “externa” para hacer frente a la situación.
Una catástrofe ocurre cuando el evento altera también los sistemas de ayuda, como son las estructuras hospitalarias y a su recurso de personal, donde se destruyen parcial o totalmente los sistemas de ambulancias, bomberos, policía, comunicaciones, y su recurso humano correspondiente.
¿QUE TIPO DE EVENTOS ADVERSOS PODEMOS RECONOCER?
Aquellos que son provocados por el hombre (antrópicos):
- Accidentes nucleares
- Accidentes químicos masivos
- Violencia social
- Accidentes aéreos
- Incendios
- Guerras
- Terremotos
- Deslizamientos de tierra
- Tornados
- Inundaciones
- Granizadas
- Sequías
- Tsunamis
- Erupciones volcánicas
- Avalanchas
¿QUE ES EL RIESGO, LA AMENAZA Y LA VULNERABILIDAD?
Para que podamos entender rápidamente el concepto de estas tres palabras debemos dejar la omnipotencia y sumergirnos en una verdadera y sincera autocrítica: nunca estamos exentos de que nos ocurra algo. Pensemos en que si nos puede tocar.
De esta manera podremos focalizarnos objetivamente en el análisis de los riesgos, cuales son las amenazas y cuan vulnerables somos como personas y como sociedad ante la ocurrencia de un evento.
En base a esto podemos definir la amenaza como la probabilidad de ocurrencia de un evento natural o antrópico que puede generar daños en un lugar específico y con una determinada intensidad. El riesgo es la probabilidad de exceder un valor específico de esos daños sociales, ambientales y económicos en un lugar dado, durante un tiempo determinado.
Un pensamiento…
“ Las sociedades, como los individuos, a menudo caminan por ignorancia de forma deliberada hacia su propia destrucción, siendo la razón explicativa de esta forma de proceder, el hecho de que la valoración del riesgo del cerebro humano es difícil, porque es un mal instrumento para la cuantificación “.
Dr. V. Chuliá Campos.



